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LA SEMANA SANTA DE BENALAURÍA Y SU SINGULAR PROCESIÓN DE ‘LOS MANDAÍTOS’

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LA SEMANA SANTA DE BENALAURÍA Y SU SINGULAR PROCESIÓN DE ‘LOS MANDAÍTOS’

Como es evidente, dada la situación actual de crisis sanitaria provocada por el coronavirus (Covid-19) Benalauría, al igual que en el resto de España, no celebrará los habituales actos y procesiones de Semana Santa. Por ello, haremos un pequeño recordatorio que servirá para rememorar los instantes más representativos que tradicionalmente se viven en el pueblo en estas fechas. 
     La Semana Santa de Benalauría se inicia el Domingo de Ramos en torno a mediodía con una eucaristía en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán y con una pequeña procesión en la que no se portan imágenes, sino que las personas que participan en ella recorren las calles de los alrededores del templo llevando en sus manos ramas de olivo y laurel.
     El siguiente acto litúrgico tiene lugar el Jueves Santo con una misa y la procesión de Nuestro Padre Jesús, que recorre maniatado las calles de Benalauría en compañía de la Virgen de los Dolores y San Juan. Más tarde se crea el ‘Monumento’ que sirve para conmemorar la Última Cena y se inicia la Hora Santa frente al Santísimo.
     El Viernes Santo es el día grande en el municipio y comienza con la singular procesión de ‘Los Mandaítos’, principal acto diferenciador de la Semana Santa de Benalauría respecto a la de otras localidades. A las 7 de la mañana salen en desfile procesional Nuestro Padre Jesús cargando la pesada cruz, la Virgen y San Juan. Las tres imágenes permanecen juntas hasta el cruce de calle Estación con calle Iglesia, donde la procesión se divide de forma que Nuestro Padre Jesús toma la calle Estación mientras que la Virgen y San Juan son portados a través de calle Iglesia hasta La Plaza. En este punto se realiza el encuentro entre la Virgen y Nuestro Padre Jesús en el que se reproduce un audio que pone voz a las imágenes para representar este momento de La Pasión. A partir de ahí, el desfile procesional continúa su recorrido por la estrechas y empinadas calles del pueblo hasta finalizar en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
     El cronista oficial de Benalauría, José Antonio Castillo, describía en 2013 la procesión de “Los Mandaítos” de la siguiente manera: “La luz, entre anaranjada y celeste, se abría paso por entre los celajes, una tregua en la lluviosa primavera, invitando a las buenas gentes del pueblo a acudir a la procesión, que, tras la llamada de la sacristana Isabel, ya trepaba por las empinadas calles buscando la plaza del Teniente Viñas. La Virgen, colocada en la puerta de Pedro Álvarez, espera a San Juan quien, atribulado y lleno de dudas y temores, advierte a la Madre que el Hijo ha sido apresado y condenado a muerte. El diálogo entre ambos y María de Magdala es estremecedor, las palabras de Cristo, solemnes, profundas, resignadas. La gente calla y escucha, acompañada por el sonido de la palabra, y el de los generosos chorros de agua, que salpican el alba con su salmodia en cristales, moléculas de frío esplendente, con su promesa de vida fecunda”.
     El Viernes Santo continúa a mediodía con la celebración del Vía Crucis, un acto litúrgico de tradición ancestral que se recuperó hace dos décadas. Entre otras, el Vía Crucis discurre por las calles Iglesia, Estación, Calvario o Cruz cuyos nombres, curiosamente, están relacionados con las Estaciones Penitenciales. La jornada sigue con la procesión del Santo Entierro y, ya por la noche, La Soledad recorre las calles del pueblo en un ambiente cargado de fervor, recogimiento y solemnidad. La Semana Santa de Benalauría finaliza el Domingo de Resurrección con una eucaristía.
     Todos los años el municipio vive con intensidad la celebración de su Semana Santa, unas fechas muy esperadas en el pueblo porque suelen significar la vuelta de numerosos vecinos que, por diferentes circunstancias, residen fuera de la localidad. Es habitual que las jornadas festivas también supongan un importante repunte del turismo rural debido a la llegada de visitantes que deciden pasar unos días en Benalauría para disfrutar de sus tradiciones, su gastronomía y su maravilloso entorno natural.